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miércoles, 25 de mayo de 2016

"Hijo de una limpiasuelos": una ayuda para el comentario


Hijo de una limpiasuelos”

(se trata de un artículo de 

 


Mis sufridos alumnos de 2º de bachillerato, tal como os he dicho en clase, aquí tenéis una ayuda para esas partes del comentario que más os están costando.
La estructura
 
Aquí los errores principales en vuestros comentarios son:




-que no comentáis el titular.
-que no diferenciáis entre la estructura interna y la externa.
-que no señaláis los argumentos.
-que no decís cuál es la tesis ni definís la estructura en función de la posición de la tesis en el texto.
Podréis desarrollar este apartado mejor o peor, pero si os dejáis alguna de esas partes automáticamente estáis perdiendo nota, así que tened bien presente que no podéis obviar nada de eso.

En su estructura externa el texto se presenta constituido en dos partes fundamentales: una primera, formada por el título -“Hijo de una limpiasuelos”- destacado con una tipografía mayor y negrita, propia de los títulos de los textos periodísticos, que hace adivinar su tono autobiográfico. Un segunda, el cuerpo del texto, que, a su vez, se distribuye en cinco párrafos.
En cuanto a su estructura interna, distinguimos tres partes diferenciadas. Una primera l. 1-4), que se corresponde con la introducción, en la que el autor plantea el tema del texto: el servilismo de la mujer de clase baja en la España de posguera. Esta idea la apoya con dos ideas secundarias: el argumento basado en la experiencia propia “soy hijo de una mujer que...empezó a limpiar”, y una segunda, que establece la diferencia semántica entre servir y trabajar.
La segunda parte (l. 5-38) se corresponde con el desarrollo y presenta dos ideas principales basadas en una oposición temporal: pasado (l. 5-20) y presente (l. 20-38) de la sociedad de clases española, que a su vez se articula internamente por la oposición socio-ideológica pobres/perdedores frente a ricos/vencedores de la Guerra Civil. La primera subparte (l. 5-20) presenta como idea principal la precaria situación de la clase baja/perdedores ejemplarizada en la figura paradigmática de la madre del autor, por coincidir su oficio con el insulto proferido por el político a Ada Colau. Esta precariedad se apoya en las ideas secundarias: el argumento de ejemplo con valor acumulativo en que se describen las arduas tareas de su empleo y la escasa recompensa económica: “ trabajar mucho, quejarse poco y ganar menos” (l. 5), “fregar de rodillas”, “acarrear agua” a cambio de “unos trozos de bacalao”. La idea de injusticia que se desprende de esta precariedad aumenta por la oposición de la descripción de la clase alta representada en el sintagma “los zapatos finos y elegantes” (l. 8) que marca el suelo como territorio compartido, si bien, en desiguales condiciones.
La segunda subparte (l. 20-38) presenta como idea principal la persistencia de la dicotomía ideológico-política, pero la difuminación de la barrera socioeconómica: “somos los hijos e hijas de los que han fregado suelos...pero somos algo más”. Como ideas secundarias de apoyo a esta, el autor ofrece el panorama de la división política de España con los nombres de los políticos más representativos de signo izquierdista -Colau, Iglesias, Garzón- frente a la “derecha cañí”. Apoya la idea de la regeneración socioeconímca de esas nuevas generaciones a través de la adquisición de estudios superiores gracias a la “universidad pública”.
La tercera parte (l. 38-40) se corresponde con la conclusión y encierra la tesis: la regeneración de la clase baja es “el símbolo más evidente de su derrota”, por lo que podemos decir que se trata de un texto con estructura sintetizante.

La modalización

Los principales errores aquí son:


-que no os fijáis en la modalización oracional
-que a menudo no redactáis y convertís este apartado en una lista. 


-que no os fijáis en los recursos tipográficos de modalización (como pueden ser las comillas, los paréntesis o el uso de la negrita).


La modalidad oracional dominante es la declarativa, propia del género, y en cuando a las modalidades del enunciado, predomina la declarativa afirmativa.
Como corresponde a un texto de opinión, está muy modalizado. Los mecanismos gramaticales como la deixis personal lo confirman desde su comienzo con una forma verbal en primera persona del singular “soy”, los posesivos de primera persona “mi” e incluso el pronombre personal “yo” (l. 14). Su empleo se corresponde con la función expresiva del lenguaje, propia de la expresión de la subjetividad. Además, nos encontramos también, hacia el final del texto, con el uso mayoritario de la primera persona del plural con valor inclusivo o exclusivo, según la posición ideológica o experiencial en que se sitúe el receptor, pero que indudablemente se relaciona con la función fática del lenguaje, ya que su objetivo es implicar al lector en la situación comunicativa.
En cuanto al léxico valorativo o connotativo podemos articularlo en torno a dos isotopías opuestas basadas en una diferencia ideológica que dará como resultado una diferencia de clase: “ganadores y perdedores”. En función de estas isotopías se sistematizan unos valores connotativos aparentemente positivos, los vinculados a los primeros, y aparentemente negativos, los vinculados a los segundos. Decimos aparentemente porque , mientras que bajo la isotopía de los perdedores se engloba un léxico denotativamente marcado en negativo y relacionado con el esfuerzo (servir, arrodillarse, poner los cafés) o con las carencias (pobre, analfabeta), se neutralizan con la característica positiva que define la isotopía: dignidad, presente en todo el texto. Por contra, la isotopía de los “ganadores” parece caracterizada por valores positivos: “merecer, gracia de Dios, fortuna y bienestar, estatus” que se neutralizan por el léxico militarizado asociado a la misma: “desfilar, arsenal, sangrar”, por el sintagma que la vincula con los apetitos más bajos y la falta de contención “insaciable voracidad” y por oposición, por la ausencia de dignidad.
Encontramos numerosos ejemplos de adjetivación valorativa por los que se filtra el punto de vista del autor y que inciden en la idea anterior, la división social y moral de las dos Españas: “finos y elegantes” frente a “pobre y analfabeta”; “sociedad clasista” frente a “gente sencilla”.
También constatamos el empleo de figuras retóricas que aportan mayor expresividad o énfasis a las ideas formuladas por el autor: la ironía presente en todo el texto y evidente en “por la gracia de Dios”, las enumeraciones con valor intensificador “trabajar...”, las metáforas: “el odio les sangra por los ojos”, “arsenal de desprecio”, el tono hiperbólico de estas mismas imágenes. Mecanismos todos ellos que podemos relacionar con la función poética, propia de los textos de opinión en los que el autor goza y hace uso de mayor libertad creadora frente a otros ámbitos del género periodístico como la crónica o la noticia.
Destaca también la modalización epistémica reflejada en los verbos intelectivos: “sabemos” donde el grado de certeza del autor es absoluto, fruto de su experiencia vivida.

La cohesión

los principales errores:


-que os olvidáis de la cohesión gramatical (deícticos, elipsis, conectores, tiempos verbales).
-que confundís campo conceptual con campo semántico.
-que aún señaláis hiperónimos e hipónimos que no lo son.
-que tenéis una tendencia a presentar todo esto como una lista. 


En el apartado de la cohesión textual destaca el escaso uso de conectores, apenas presentes en el texto más allá de dos o tres ejemplos de conectores lógicos, causales y adversativos -“porque” y “pero”- y uno de adición “además de”. La ausencia de los mismos se suple con un correcto uso de la deixis, personal, temporal y espacial, así como con la correlación verbal que permiten al lector seguir la progresión temática. En este sentido el texto presenta una estructura circular en la que comienza a narrar en el presente personal “soy”, cede su espacio al pasado en tercera persona -la experiencia materna- “creció”, y vuelve al presente personal compartido con el receptor “andamos”. Otro mecanismo gramatical de la cohesión es la deixis textual o foricidad, que permite relacionar informaciones presentes en el texto sin necesidad de repetirlas. Así encontramos ejemplos de catáforas, en las que la información referenciada aparece después del elemento referencial: “lo que” y anáforas “su”.
En cuanto a los mecanismos léxicos que favorecen la cohesión, tenemos el campo conceptual del trabajo (jornal, fregar…), sinónimos contextuales de los privilegios (fortuna, estatus..), los hipónimos de sentimiento (odio, voracidad, dignidad...) y dos familas léxicas (pobre, pobreza; privilegio, privilegiado).
También la enciclopedia cultural favorece la cohesión pues apela a un conocimiento compartido con el lector. En este caso lo sería el actual clima político de enfrentamiento entre la derecha tradicional y los políticos de la izquierda emergente, hecho que se relaciona asimismo con la actualidad informativa.

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